El descorchar de una botella. Las conversaciones circulando entre los clientes. El sonido de las cartas al golpear la mesa. Sillas chirriando al ser apartadas. Gritos de gente llamando al camarero por alguna bebida. El tintineo de la puerta de entrada dando paso a nuevos clientes. El chocar de las bolas de billar entre si cuando se rompe el triángulo. El golpeteo amortiguado de los dardos contra la diana. Eran los ruidos habituales en un bar. Estaba tan acostumbrado a ellos que hacía tiempo que se había olvidado de ellos. Sólo era capaz de escuchar el golpeteo de los hielos de su vaso de wisky. En cuanto ella salió de la tienda acudió al bar. Necesitaba desahogarse. El sonido de pasos acercándose a él le hizo alzar la cabeza. Delante se encontraba el barman. Un hombre un poco mayor que él. Pelo marrón a juego con sus ojos. Llevaba en la mano una botella de su bebida favorita. Rellenó el vaso y se sentó frente a él.
-¿Y bien? ¿A quien has cabreado esta vez?-su voz le llegaba algo lejana. Pero no pudo evitar reírse ante su comentario.
-¿Que te hace pensar que e cabreado a alguien?-
-El rojo de tu mejilla por ejemplo. Que yo sepa tus gustos no han cambiado ¿O si?- le lanzó una mirada torva, sin ganas de bromas.- soy todo oídos, cuentame.
Se tocó por inercia la mejilla. Todavía le dolía de la bofetada que ella le había dado. Por su culpa ahora si que sentía el dolor.
-Cabreé a una mujer-respondió escueto.
-Eso lo intuía, no creo que te dejaras pegar por un tío. Y tampoco creo que te dieran una bofetada en caso de que lo hicieran ¿Que hiciste?
-¿Por que tienes tanta curiosidad Conor?-
-No es curiosidad, te conozco desde infantil. Sólo te e visto venir a este bar por un motivo. Si has vuelto aquí, es por algo.
Tenía razón. No sabía cuanta. Hizo una mueca evitando que sus recuerdos afloraran. No le gustaba recordar esa parte de su vida. Sabía que no podría olvidarla jamás, pero eso no significaba que quisiera recordarlo. Cuanto mas tiempo estuviera lejos de sus pensamientos mucho mejor.
-Se trata de la hermana de Risa. Ayer llegó a casa empapada, cuando fui a por ropa para que se cambiara la encontré llorando-comentó.
-¿Preguntaste que la pasaba?- preguntó el moreno. Conocía muy bien a Hunter. El no te iba a dar mas información de la necesaria. Si no hacías las preguntas correctas acabarías por no enterarte de nada. Era reservado en ese sentido. Un poco de bebida podía soltarle la lengua. Pero ni así conseguirías que te contara algo que no quería. Sólo de recordar el punto al que llegó para que se lo contara... Meneó levemente la cabeza, poniendo toda su atención en la conversación.
-No-el moreno esperó pacientemente a que continuara.-la metí debajo de la ducha y encendí el grifo-
-¿Que hiciste que?-no se lo podía creer - ¿por que?
-No me conocía de nada. Nadie se siente cómodo llorando delante de gente que conoce, así que imaginate de gente que no conoce. Simplemente la dije que se lavara bien la cara de jabón que tenía los ojos rojos por eso-contestó. No era tan insensible como para meterla debajo del grifo sin motivo alguno.-Luego me fui a la cama. Y por la mañana cuando Risa llegó le dije que su hermana estaba en su habitación. Yo me puse los cascos y me desentendí de todos mientras desayunaba. ¿Qué?-preguntó al ver la sonrisa cómplice que Conor le estaba echando.
-¿De que te enteraste en el desayuno?-
-No me enteré de nada, tenía los cascos puestos ¿Recuerdas?- dio un largo trago al wisky para no tener que mirarle.
-Hunter....-
-La leí los labios. Me enteré de lo que la pasaba-contestó a regañadientes mirando el suelo. Por ello no vio venir el golpe que recibió en la cabeza- ¡Ay! Joder, ¿Que te crees que haces?-se frotó la zona dolorida con las dos manos mientras le miraba. Buscando con que le había atizado. No tardó mucho en encontrarlo. Le había fustigado la cabeza con un trapo.
-De todas las cosas estúpidas que has echo en tu vida, esta es una de las mas importantes ¿Cómo se te ocurrió meterte en donde no te llamaban?-gruño.
-¡Eh! No es culpa mía. Ella sabía que estaba ahí, no es culpa mía que no esperase-refunfuñó. Esquivó por los pelos el siguiente golpe.
-Shizuru también te lo habría contado estando otra persona delante si esta llevara los cascos como tu. La famosa falsa seguridad. Necesitan desahogarse. No hay mucha gente que pueda leer los labios, se sintió segura al verte con los cascos puestos.
Apretó con fuerza el vaso convirtiendo en un puño la mano libre.
-No son iguales-contestó bajando el tono. Se mantuvieron la mirada durante unos minutos. La del moreno impasible, la del pelinegro totalmente desolada.
-Pero la has tratado igual ¿Verdad?-preguntó el moreno rellenando su vaso.
Hunter negó con la cabeza con vehemencia y velocidad apretando los labios.
-No es lo mismo, no les a pasado lo mismo. Lo de esta chica, los patrones se parecen. pero nada más.-contestó girando el vaso de nuevo entre sus dedos nervioso.-no la e tratado igual. Ni por asomo.
"Era como volver a la terapia" pensó para si mismo. Pero más entretenido, aquí podía beber y nublar su vista, olvidando la conversación a la mañana siguiente por la cantidad de alcohol ingerida. En las terapias no. Odió tener que tumbarse en una de esas sillas reclinables y responder a las preguntas de una persona que no le conocía de nada. Que le prejudicaba por todo lo que había echo o dicho. Haciéndole preguntas y mas preguntas. Sin responder a ninguna.
-Cuéntamelo, y entonces te diré mi opinión.-levantó la mano al ver que iba a hablar-me importa una mierda lo que digas, no eres ni serás imparcial si esta pasando lo que me temo. Así que comienza ha hablar.
Hunter miró a su interlocutor durante mucho tiempo. No quería hablar de ello. Quería beber y emborracharse y olvidarse de todo hasta el día siguiente. O eso pensaba. Muy en el fondo, sabía por que había venido. Conor le escucharía sin juzgarle, dándole su opinión. Sin contestarle con preguntas. Dándole su forma de ver las cosas. "Si me hubiera dado su opinión antes, quizás..." dejó el pensamiento inconcluso.
Respiró hondo antes de beber de un trago lo que le quedaba de wisky y comenzó a contárselo.
Se frotó los ojos para recordar todos los detalles a pesar del embotamiento general de su cerebro. Agradeció mentalmente a Conor que no le interrumpiera mientras hablaba. Era de las pocas personas que sabían escuchar. Su mano derecha jugueteaba inconscientemente con la cadena que llevaba al cuello. Algo de lo que el moreno se dio cuenta. Sólo con eso, tenía una idea de su estado de ánimo.
-Como has podido comprobar no tiene nada que ver. Son cuestiones totalmente diferentes-dio por terminada la explicación con esa última frase.
-Puede que tengas razón-al escuchar esas palabras Hunter comenzó a relajarse. Él tenía razón, no era lo mismo-la única diferencia es el nombre de las chicas y de los agresores, y que ella tiene una hermana que cuide de ella o lo intente. en cambio Shizuru tenía un hermano y a sus padres.-murmuró mientras abría una cerveza.
-Maldita sea Conor-gruño golpeando la barra-Ella no es Shizuru, no se parecen en nada.
-¿No? Maltrato psicológico.-el pelinegro apretó las manos con fuerza-es lo mismo que le pasó a ella.
-A ella le pasaron mas cosas-susurró con la voz ronca.
-Cierto. Y precisamente por eso la seguiste. Temes. Temes que vaya a más igual que con Shizuru. Y para redimirte, intentas hacer por esa chica lo que no hiciste por ella.
Se levantó como un rayo del taburete y agarró a Conor por la camisa acercándolo a si mismo.
-¡No me jodas! ¡Lo sabes! ¡Sabes que removí hasta las piedras para protegerla!-le gritó sin soltarle. Todo el bar se quedó en silencio. Observando la escena. Varios hombres de las mesas se levantaron, dispuesto a ayudar al barman. El moreno levantó la mano haciendo que volvieran a sentarse. Cuando comprobó que le habían echo caso. Miró de nuevo a su exaltado interlocutor. Incluso con la poca luz podía ver el agua en los ojos azules de Hunter.
-Soy consciente de eso Hunter.-apoyó las manos en sus hombros. Ejerciendo la presión justa para que volviera a sentarse.-pero sigues culpándote. Y quieres ayudarla pensando que de esa manera dejarás de culparte.-poco a poco aflojó el agarre sobre su camiseta hasta dejar caer la mano en la barra. Escuchando atentamente-cálmate. Piensa fríamente ¿Quieres ayudarla? Perfecto. Adelante. Pero no hieras sus sentimientos siendo brusco. Hay otras formas de hacer que alguien recupere su confianza en si mismo. Pero primero, debes recuperar la tuya. Si no, no podrás ayudar a nadie.-retiró su vaso de la mesa dándole a entender que no pensaba darle mas wisky. Ya había bebido suficiente.
Salió a la calle abrochando bien la cazadora, repasando la conversación poco a poco. Mirándola desde todos los ángulos. Mantuvo su cabeza ocupada todo el camino de vuelta a casa. Subió las escaleras y abrió la puerta. Al encender la luz del pasillo un sonido de molestia llegó a sus oídos, y tan pronto como lo escuchó le dio al interruptor para volver a apagarla. Se quedó quieto escuchando movimiento en el salón.
Intentando no hacer ruido se acercó hasta allí. No le llevó mucho tiempo. Después de todo, era su casa. Se la conocía como a su propia mano.
Había un bulto en el sofá. Arrebujado. Pudo ver los mechones de pelo negro por la claridad que se filtraba de la persiana. Day ¿Que hacía en el sofá? Sus pies se movieron hasta pegarse al reposa brazos quedandose quieto para observarla. Volviendo a pensar en todo lo sucedido hacía ya siete años. Y en el parecido con lo que la pasaba a ella ¿Cómo era posible que volvieran a la superficie todas esas emociones enterradas hacía tanto tiempo por una sola persona? con lo que le había costado guardarlas en un rincón de su mente. Recogió la manta que tenía a sus pies y la tapó con ella hasta la barbilla. La apartó el pelo con delicadeza. Allí arrodillado a su lado observándola. Se quedó de esa manera un rato, buscando algún parecido con Shizuru. Pero no hubo forma. SE fue a la cocina algo frustrado y encendió la luz de la mampara. Encima de la vitro había un plato de comida envuelto en plástico y una nota:
"Calientalo en el microhondas unos minutos, no te lo comas frío. Se nos hizo tarde y Eddie y yo nos quedamos a dormir. Day se negó a que la cediéramos la cama y tampoco quiso entrar en la tuya, así que esta en el salón. Como y vete a la cama Hunter, mañana lo verás todo de forma diferente.
Risa."